Los ascensores me incomodan, porque desde que marcan la cantidad de gente que puede entrar en los mismos, se suceden situaciones que a veces rozan con lo bizarro, con la molestia y con ese sentir de querer que la tierra te trague si el ascensor se para, porque obviamente el pensamiento recae en que es “culpa de la gorda”.
Hace unos días me subo al ascensor sola, tenía capacidad para 3 personas, y en el camino fue sumándose gente, al último sube un hombre muy educado, quien le dice a la mujer que lo acompañaba que subiera igual, “total sos flaca” y en ese momento se produjo una situación incómoda.
La realidad es que no fui yo la que se sintió mal, porque pensaba igual que el hombre que esa mujer no marcaría gran diferencia, pero este señor se ve que dimensionó sus palabras y se dio vuelta mirando a las otras mujeres que nos encontrábamos allí y nos manifestó con vergüenza, “ustedes también son flacas”.
Yo me mordí para no largar la carcajada porque me causó gracia la situación y que encima me dijera flaca, cuando claramente no lo soy, convertía al momento en algo más bizarro aún.
Pero luego de que todos hubiéramos bajado del ascensor, me puse a reflexionar en esto de qué poco naturalizado tenemos la diversidad y que le tememos decir a alguien que es gordo, básicamente porque es una palabra que tiene tantas connotaciones negativas impuestas socialmente que no nos atrevemos a usarla con normalidad y apropiadamente.
Naturalicemos nuestras diferencias, que estamos hechas de las mismas, que nuestra corporalidad es distinta y está bien y nadie debe avergonzarse por ser lo que es y por nombrar las características físicas de otros.
Porque una cosa es no meterte con el cuerpo ajeno, pero describirnos con las palabras que nos conforman, siempre que sea desde un lugar de respeto, no tiene nada de malo.
Usemos la palabra gordo o gorda, con propiedad, sin burlas, sin que la misma implique insulto, estado de ánimo, no la ensuciemos con conceptualizaciones frívolas, no nos asustemos de nombrarla, porque gordos y gordas habitamos el mundo, una de nuestras características corporales es esa y no está mal.
Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas
Nota publicada el 7 de septiembre de 2023
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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.